El
pueblo dominicano está convocado a un cambio de presidente en las
elecciones de mayo próximo. Vamos a elegir a un nuevo presidente. La
cuestión no es si habrá cambio o no, porque lo habrá. El compañero
Leonel Fernández termina su mandato el 16 de agosto.
Las crecientes simpatías por Danilo están diciendo que el pueblo
dominicano, cuando vote y cambie de presidente el 20 de mayo, lo hará
para mejorar, no para empeorar sus condiciones de vida.
Todas las encuestas, incluyendo aquellas pagadas por el PPH y su
candidato, lo que revelan es que ese cambio de presidente será para
mantener las conquistas que ha logrado el pueblo dominicano, como la
estabilidad macroeconómica, la estabilidad del peso, la modernización
del país, la tarjeta Solidaridad, la afiliación al seguro de Senasa con
2.2 millones de personas, Promese con sus Farmacias del Pueblo, el
desayuno escolar, las becas y un largo etcétera, no la incertidumbre
fatal que significa Hipólito que llevaría a la recesión a familias y
negocios, destruiría empleos, lanzaría a cientos de miles de familias
de clase media a la pobreza y a los más empobrecidos les arrebataría la
tarjeta Solidaridad y provocaría el cierre de las Farmacias del Pueblo.
De nuestro pueblo podrán decirse muchas cosas, pero que es tonto,
jamás. Y como conoce al ciego durmiendo y al cojo sentado, con más vera
al que anda disfrazado.
El PPH y su candidato se han enterado tarde: los dominicanos y
dominicanas hace ya mucho rato que respondieron la pregunta clave de
esta campaña electoral y que inexplicablemente sólo dos empresas
encuestadoras integraron en su cuestionario: ¿Quién -Danilo o Hipólito-
está en capacidad de corregir lo que está mal y se le puede creer que
va a hacer lo que nunca se ha hecho? La respuesta abrumadora ha sido
Danilo. Porque Danilo es lo nuevo. Sus propuestas son novedosas. Danilo
es lo nuevo para hacer lo que nunca se ha hecho en nuestro país. Tiene
credibilidad.
Por eso, estimado compañero, estimada compañera, le invitamos a
proclamar con orgullo sereno que Danilo es el cambio mejor al que
podemos votar. El cambio seguro, con seguridad y certidumbres. Riéguelo.
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